por Hernán A. Isnardi
(Argentina)
15 de abril
Estaba la noche. Nosotros, como un punto ínfimo, y nosotros como un presagio, juntos. Nosotros, en algún lugar del tiempo, en algún punto de ninguna parte. Vos y yo como un presagio. Pero no necesitábamos la luz, porque éramos la noche.
15 de abril
Cuando alguien muere viejo, muere sobre lo que fue, sobre la espada de recuerdos. Debí haberme matado a los veinticinco años, cuando tenía todo por ser. Hoy me recordarían joven y hablarían de lo que habría podido ser, pero como si hubiera sido.
15 de abril
Estás sentada en el umbral equivocado. Tenés pies de nena. La nariz perfecta. Una cara mezcla de sol que madruga y humedad. Los ojos en el vacío y el deseo cruzando. Atravesado.
Siempre hay un puente. Siempre hay un barco.
Tu cara inventa en mí la felicidad.
15 de abril
Soy un hombre
que está perdido
en el fondo de una mujer
que está perdida
en el fondo de mí.
15 de abril
Me habías preguntado por el amor, si era posible; y yo sin sber en qué destino estaba entrando te dije que sí, que era natural, y sobre todo que el tiempo lo hacía posible. Claro, dijiste mirando cualquier cosa que no estaba en el mismo lugar que nosotros, amamos porque no hay tiempo. Y volviendo los ojos al mundo sonreíste con una lágrima azul, como cuando llueve y hay sol.
15 de abril
Estoy sobre la sangre aguada que endurece las sombras cuando pienso tu mano en mí. Muero tus manos de piano en el pecho de la soledad. Porque traías la soledad con vos, como yunques.
15 de abril
Dar sentido a una experiencia que nos supera; caminar sobre el agua como un Cristo sin tiempo. Eso es buscarte hoy, donde el tiempo yace roto, girando una y otra vez sobre el mismo día. Es morir sobre un río congelado y caer por la pendiente sin poder enterrar los remos en el agua, que ya no es agua; caer de espaldas hacia el cielo. Morir de frío.
(Argentina)
15 de abril
Estaba la noche. Nosotros, como un punto ínfimo, y nosotros como un presagio, juntos. Nosotros, en algún lugar del tiempo, en algún punto de ninguna parte. Vos y yo como un presagio. Pero no necesitábamos la luz, porque éramos la noche.
15 de abril
Cuando alguien muere viejo, muere sobre lo que fue, sobre la espada de recuerdos. Debí haberme matado a los veinticinco años, cuando tenía todo por ser. Hoy me recordarían joven y hablarían de lo que habría podido ser, pero como si hubiera sido.
15 de abril
Estás sentada en el umbral equivocado. Tenés pies de nena. La nariz perfecta. Una cara mezcla de sol que madruga y humedad. Los ojos en el vacío y el deseo cruzando. Atravesado.
Siempre hay un puente. Siempre hay un barco.
Tu cara inventa en mí la felicidad.
15 de abril
Soy un hombre
que está perdido
en el fondo de una mujer
que está perdida
en el fondo de mí.
15 de abril
Me habías preguntado por el amor, si era posible; y yo sin sber en qué destino estaba entrando te dije que sí, que era natural, y sobre todo que el tiempo lo hacía posible. Claro, dijiste mirando cualquier cosa que no estaba en el mismo lugar que nosotros, amamos porque no hay tiempo. Y volviendo los ojos al mundo sonreíste con una lágrima azul, como cuando llueve y hay sol.
15 de abril
Estoy sobre la sangre aguada que endurece las sombras cuando pienso tu mano en mí. Muero tus manos de piano en el pecho de la soledad. Porque traías la soledad con vos, como yunques.
15 de abril
Dar sentido a una experiencia que nos supera; caminar sobre el agua como un Cristo sin tiempo. Eso es buscarte hoy, donde el tiempo yace roto, girando una y otra vez sobre el mismo día. Es morir sobre un río congelado y caer por la pendiente sin poder enterrar los remos en el agua, que ya no es agua; caer de espaldas hacia el cielo. Morir de frío.
"Colibrí"
Dibujo a tinta de Ricardo Lancaster - Jones 2014.
Publicado en Gaceta Cariátide Brevedades Literarias Año 4 Vol. 8B Otoño 2014.
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