martes, 13 de julio de 2010

Gusto por convicción y realismo imaginario

Por Pedro Sacristán

El arte es el lenguaje único, la prueba tangible de todo aquello que anida en el interior: esos sueños y deseos que no pueden ser explicados de otra forma, sólo con el arte. De modo inverso, las diferentes disciplinas se complementan entre sí, de manera tal que si se unieran, el producto final sería el ser humano: la imaginación inagotable y el corazón profundo.

Ésta es la razón por la que el estado del arte en estos días es alarmante. Ahora que los museos parecen abofetear a sus visitantes al exhibir absurdos bajo el nombre de arte contemporáneo y vanguardia, conceptos que se han convertido en sinónimo de absurdo, apático, basura. Más de una vez he visto niños reírse de las piezas exhibidas en el Museo de Arte Moderno (MAM) y decir: “éstos no saben dibujar”.

El gusto por el arte se ha convertido en el "traje nuevo del emperador". Tras dos mil años de historia, después del periodo clásico, del medievo, el renacimiento, el barroco, el romanticismo, el realismo, ¿hemos llegado a esto?, ¿estos balbuceos que se exhiben son el producto y la suma del trabajo del arte universal?

¿Unas manchitas en un lienzo, una pila de chatarra simulando ser una escultura, un montón de secreciones con un discurso para justificarlos? Entonces ¿qué son estos artistas? Porque no son pintores, no son escultores, ni diseñadores, tampoco son actores o coreógrafos, ni arquitectos, ni ingenieros y de todo eso no han aprendido ni medianamente, sino que han hecho una amalgama de todo sin llegar a nada. Por eso tenemos artes que no pueden sostenerse por sí mismas y requieren apoyarse en el discurso para llenar los vacíos del oficio.

La mayoría de los performances, instalaciones, intervenciones no son más que una careta. Tenemos artistas que no saben dibujar, licenciados en artes plásticas que no saben Historia del Arte y que están ocupando lugares en museos, galerías, recibiendo apoyos sin tener los méritos necesarios; de esta forma México permanece estancado en su vanguardia.

Aplaudir a estas manifestaciones carentes de talento, ¿por qué? Porque es más sencillo seguir la corriente y el gusto propio. Este "arte" pedante e incomprensible se ha olvidado del carácter humano, de la belleza, la sinceridad, la creatividad.

Sin embargo, dentro del desierto hay un oasis en las artes plásticas y del que poco se sabe, al menos en México, y cuyo virtuosismo llama la atención. Es el realismo imaginario y el arte visionario, corrientes herederas del surrealismo, las cuales han alcanzado la perfección a través de la figura, en contraposición del arte discursivo.

El realismo imaginario y el arte visionario se están desarrollando en el mundo. Australia es una de sus sedes más importantes, donde John Beinart ha creado el Beinart International Surreal Art Collective y ha publicado textos que incluyen el trabajo de los artistas más destacados del arte fantástico y visionario.

En Nueva York se encuentra Keith Wigdor, artista y coleccionista, creador de la galería virtual Surrealism Now; en Holanda está la Cabinodd Collections International creada en 2005; en Francia el Museé de l´Imaginaire fundado en 1994 por el pintor Marc Halingre y el escultor Jean-Jacques Lamenthe. La Society for Art of Imagination y su publicación Inscape promueven la excelencia técnica en la pintura y en el arte surrealista.

Las revistas Art Visionary Magazine, Hi-Fructose y Juxtapoz Magazine han publicado el trabajo de artistas que vale la pena conocer: Philip Rubinov, Oleg Korolev, Alex Grey, Carrie Ann Baade, Chet Zar, Kris Kuksi, James Mundie, Patrick Chaudesaigues, Laurie Lipton, Andrew Gonzalez, Satoshi Sakamoto, Stephen Somers, Kris Lewis, Sarina Brewer, Colette Calascione y el trabajo del Colectivo Numen 13 de Tijuana, de México.

Estas manifestaciones intentan rescatar el oficio y las técnicas de los antiguos maestros a través de nuevos ojos, bajo el ideal: Old masters, new ideas. En México hubo artistas que se acercaron al realismo imaginario como Ruelas, Gedovius, Herrán y Siqueiros.

El arte es de todos. Es tiempo de gustar del arte y gustarlo no porque otros dicten lo “que está bien", sino gustarlo por convicción. La imaginación es la joya guardada en la intimidad de nuestro ser, sin ella quedamos sin voz. No hay arte sin imaginación ni artista sin oficio. Lo mejor de las artes plásticas está por verse.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

El nuevo número impreso de Gaceta Cariátide Brevedades Literarias

El nuevo número impreso de Gaceta Cariátide Brevedades Literarias
Gaceta Cariátide Brevedades Literarias Num 16